Tras una derrota en el Juego 1 contra los Golden State Warriors, los Minnesota Timberwolves, impulsados por un entrenador Chris Finch descontento y una sesión de video “irascible”, respondieron con una victoria decisiva por 117-93 en el Juego 2, empatando la serie de segunda ronda. Julius Randle lideró a los Timberwolves con 24 puntos y 11 asistencias, aprovechando la ausencia de la estrella de los Warriors, Stephen Curry, debido a una distensión en el tendón de la corva.

Anthony Edwards añadió 20 puntos para los Wolves, superando un susto por lesión. Minnesota mejoró significativamente su puntería de 3 puntos, anotando 16 de 37 intentos en comparación con su desempeño en el Juego 1. Nickeil Alexander-Walker también contribuyó con 20 puntos, destacando una sólida actuación del banquillo de los Timberwolves, incluidos Donte DiVincenzo y Naz Reid, quienes combinaron 10 de 22 desde más allá del arco.

El entrenador Finch señaló que el equipo se pareció “mucho más a nosotros mismos” en la victoria. Por parte de los Warriors, Jonathan Kuminga anotó 18 puntos y Trayce Jackson-Davis añadió 15, con una alta eficiencia en sus tiros. Sin embargo, el equipo tuvo problemas ofensivos, anotando solo 15 puntos en el primer cuarto, su puntuación más baja en un primer cuarto de playoffs desde 2016.

Con Curry fuera de juego, el entrenador Steve Kerr experimentó con varias alineaciones, dando minutos a 14 jugadores. Si bien algunos jugadores como Kuminga dieron un paso adelante, los Warriors reconocieron el desafío de competir sin su jugador ofensivo clave contra la sólida defensa de los Timberwolves, que contuvo eficazmente a los tiradores Buddy Hield y Brandin Podziemski. Draymond Green recibió su quinta falta técnica de los playoffs durante el partido. El entrenador Kerr declaró que el equipo necesita determinar su estrategia para el resto de la serie sin Curry, mientras que Jimmy Butler enfatizó la importancia de evitar los comienzos lentos.